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domingo, 1 de abril de 2018
jueves, 4 de septiembre de 2014
BIOGRAFÍA DE MARIO VARGAS LLOSA
Vargas Llosa nació Arequipa,
28 de marzo
de 1936 en el
seno de una familia de clase media de ascendencia mestiza
y criolla
en la ciudad de Arequipa,
en el sur del Perú.
Fue el único hijo de Ernesto Vargas Maldonado
y de Dora Llosa Ureta, quienes se separaron meses antes de su nacimiento para divorciarse
luego del mismo, de mutuo acuerdo. Poco después de que Mario naciera, su padre
reveló que tenía una relación con una mujer alemana
y, como resultado de dicha unión nacieron dos medio hermanos menores del
escritor: Enrique y Ernesto Vargas
Mario los primeros años de
su niñez, junto con su madre y la familia de esta, cursando estudios primarios
en el Colegio La Salle, hasta el cuarto grado.Hasta los diez años, se le hizo
creer que su padre había fallecido, ya que su madre y su familia no querían
explicarle que se habían separado.
Los tíos de Mario se
establecieron en Lima, mientras que Mario y su madre siguieron al abuelo a la
ciudad de Piura.
Allí Mario continuó sus estudios de primaria en el Colegio Salesiano Don Bosco,
cursando el quinto grado y donde hizo amistad con uno de sus compañeros, Javier Silva Ruete, quien tiempo después sería
ministro de economía.
A los 14 años, su padre lo
envió al Colegio Militar Leoncio Prado, en el
Callao, un internado donde cursó el 3º y el 4º año de secundaria, entre 1950 y
1951. Allí soportó una férrea disciplina militar, y, según su testimonio, fue
la época en la que leyó y escribió «como no lo había hecho nunca antes»,
consolidando así su precoz vocación de escritor
Durante las vacaciones,
Vargas Llosa empezó a trabajar como periodista
en el diario limeño Ese mismo año se retiró del colegio militar y se trasladó a
Piura,
donde vivió con su tío Luis Llosa (el “tío Lucho”) y cursó el último año de
educación secundaria en el colegio San Miguel de Piura.
En 1953, durante el
gobierno de Manuel A. Odría, Vargas Llosa ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos, donde estudió Derecho y Literatura. Participó en la política universitaria a través de
Cahuide, nombre con el que se
mantenía vivo el Partido Comunista Peruano, entonces
perseguido por el gobierno, contra el que se opuso a través de los órganos
universitarios y en fugaces protestas en plazas. Poco tiempo después, se
distanció del grupo y se inscribió en el Partido Demócrata Cristiano
de Héctor Cornejo Chávez, esperanzado en que
esa agrupación lanzara la candidatura de José Luis Bustamante y Rivero, quien, por
aquel entonces, regresaba del exilio.
En 1955, a la edad de 19
años, contrajo matrimonio con Julia Urquidi,
su tía política por parte materna, quien era 10 años mayor. Debido al rechazo
que este acto causó en su familia, se vieron forzados a separarse durante un
tiempo estando recién casados. Para lograr mantener una vida en común, el joven
Mario, ayudado por Porras Barrenechea, consiguió hasta siete trabajos
simultáneos: como asistente de bibliotecario del Club Nacional, escribiendo
para varios medios periodísticos e incluso catalogando nombres de las lápidas
del Cementerio Presbítero Matías Maestro
de Lima; finalmente ingresó a trabajar como periodista en Radio Panamericana,
aumentando sustantivamente sus ingresos.
Por entonces, Vargas Llosa
empezó con seriedad su carrera literaria con la publicación de sus primeros
relatos: El abuelo y Los jefes (en la revista Mercurio
Peruano, febrero de 1957) A fines de 1957 se presentó a un
concurso de cuentos organizado por La
Revue Française, una importante publicación francesa dedicada al arte.
Su relato titulado El desafío obtuvo el primer premio, que
consistía en quince días de visita en París,
hacia donde partió en enero de 1958Ese mismo año se graduó de bachiller en
Humanidades en la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos, recibió la beca Javier Prado para seguir cursos de posgrado
en la Universidad Complutense de Madrid,
en España. Antes de partir hacia Europa, hizo un corto viaje por la amazonía
peruana, experiencia que después le serviría para ambientar tres de sus novelas
—La casa verde,
Pantaleón y las visitadoras y El hablador—
en dicho espacio geográfico.
En 1960, luego de
terminarse la beca en Madrid, Vargas Llosa se mudó a Francia creyendo que iba a
obtener una beca para estudiar ahí; sin embargo, llegado a París se enteró que
su solicitud había sido denegada Su matrimonio duró algunos años más, pero
terminó en divorcio
en 1964. Un año después, Vargas Llosa se casó con su prima, Patricia Llosa, con
quien tuvo tres hijos: Álvaro Vargas Llosa escritor y editor; Gonzalo empresario;
y Morgana fotógrafa.
En la capital francesa,
terminó de escribir su primera novela, La ciudad y los perros, y allí, a
través del hispanista Claude Couffon, entró en contacto con Carlos Barral,
director de la editorial Seix Barral. La novela consiguió en 1962 el Premio Biblioteca Breve y se publicó al
año siguiente en la editorial barcelonesa.
En 1971, bajo la dirección del profesor Alonso Zamora Vicente, obtiene un
Doctorado en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid
con la calificación de sobresaliente cum laude por su tesis García Márquez: lengua y estructura de su obra
narrativa, publicada luego bajo el título de García Márquez: historia de un
deicidioFue jurado del Festival de Cannes de 1976.
Después de
micho esfuerzo el Jueves 07 de octubre del 2010 ganó el premio Mario Vargas
Llosa ganó el premio Nobel de Literatura lo cual alegro a todo el Perú.
OBRAS:
- La ciudad y los perros (1962)
- La casa verde (1966)
- Los cachorros (1967)
- Pantaleón y las visitadoras (1973)
UNA GENIALIDAD
En el ejército de Salaverry había unos treinta oficiales excedentes, a los
que se les llamaba “rabones”.
Iban en las marchas a la vanguardia, siendo los primeros en llegar a los
pueblos, donde cometían extorsiones infinitas. Al entrar las tropas, ya ellos
habían tomado los mejores alojamientos y matado el hambre y la sed. Con
frecuencia, recibía Salaverry quejas de los vecinos por sus abusos, hasta que –
fastidiado - llamó al jefe del Estado Mayor, José María Lastres, y le dijo:
Coronel, reúnalos, califíquelos y destínelos.
Lastres escogió veinte. Quedaron nueve o diez, a quienes consideró
peligroso colocarlos en el ejercicio.
Al día siguiente, le preguntó don Felipe Santiago: y bien, coronel... ¿qué
ha dispuesto con los rabones?
_ He colocado a veinte en el ejército; pero de los otros, Que son
corrompidos, francamente, no sé Qué hacer.
_ ¿No sabe Qué hacer con ellos? Pues, fusílelos.
_ ¡Fusilarlos, mi general! -exclamó asustado lastres...
_ Sí, fusílelos hoy mismo. La patria ganará deshaciéndose de oficiales
indignos de la honrosa carrera de las armas...
_ Que los mate el enemigo y no nosotros -arguyó lastres. y le costó lograr
Que Salaverry revocase la orden:
_ Impóngales la orden de tomar un fusil y batirse siempre que haya cambio
de balas. Ya Que no pueden servir como oficiales, Que sirvan como hombres -
dijo Salaverry.
Pero, la genialidad del jefe supremo no fue secreto para los rabones.
Sabiendo Que arriesgaban la pelleja, cambiaron un tanto su conducta;
comportándose heroicamente en Uchumayo y Socabaya. Todos menos tres, en diez
días, murieron como bravos en defensa de su bandera y del caudillo que representaba
la causa de la voluntad peruana.
Fuente: Tradiciones De Ricardo Palma.
FRAY MARTÍN YA NO HACE MILAGROS
Para santo milagroso, mi paisano Fray Martín de
Porres.
El escritor, padre Ventura de la Ráulica, en su
panegírico de Fray Martín (1863) refiere que estuvo el santo en las Molucas,
China y Japón, libertando del martirio a jesuitas misioneros, pues Dios le
concedió el privilegio de la doble presencia. Consta en su proceso de
canonización.
En pleno siglo XVII, todas las mañanas acudían a
Santo Domingo un cardumen de viejas y muchachas devotas en demanda del lego.
Fastidiado el prior de que acudieran más faldas que al jubileo, resolvió
sentenciar padre – dijo el lego.
- Le prohíbo hacer milagros Sin antes pedirme
permiso.
- Acato la prohibición, reverendo padre -dijo el
lego.
Pero, seguía haciendo milagros de poca monta.
Un día resbalose del andamio un pobre albañil,
y en su cuita gritó:
“¡Sálveme!”. Fray Martín alzó las manos y le dijo:
“Espere, que voy por la licencia”. Y el albañil esperó en el aire. - ¿Qué
permiso voy a dar si ya está el milagro? -dijo el prior - En fin, anda y
remátalo, pero que no se repita.
Fallecido en noviembre de 1639, a los sesenta años,
nadie se quedó sin reliquia de un reta cito del hábito o sin una pulgada de
tierra de la sepultura; la que, dizque, curaba la diarrea. Las reliquias se
fueron al olvido, y las del convento, el arzobispo republicano Jorge Benavente,
el 28 de setiembre de 1837, las remitió a Roma. ¡Si hemos sido ingratos, que ya
no tenemos ni sus reliquias!
El difunto no anduvo remolón para hacer milagros.
Por eso, una mañana se levantó con la vena gruesa el prior y junto a la
sepultura, le dijo solemne:
“Hermano Martín, siempre me obedeciste, y no creo
que en el cielo te hayas vuelto orgulloso: ¡basta de milagros... No vuelvas a
hacerlos!”.
Lo que Fray Martín sigue acatando, pues de sus
milagros prodigiosos, después de 1640, nada. Hoy, lo más hacedero me parece
criar moscas con biberón que hacer milagros.
Fuente: Tradiciones De Ricardo Palma.
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